Para entender el proceso creativo, aquí os propongo un acercamiento a algunas de mis obras, donde queda reflejada ésa búsqueda continua de un espacio propio. En la primera imagen podéis observar el estrecho vínculo de mi obra artística con los elementos de la naturaleza. El movimiento continuo del mar, su oleaje, la luz del sol… Cómo esa naturaleza cobra vida propia y se canaliza en un diálogo entre la pintura y el relieve. Lo que yo denomino, relieve pictórico.
En la imagen siguiente, veréis un móvil realizado a base de policromía sobre superficie de madera de encina. Su función al estar suspendido es poder girar en el sentido que se desee. Su tratamiento es idóneo para ser tocado. Es por tanto una escultura táctil e interactiva.
El proceso creativo
Tras su construcción
El proceso creativo es precisamente la búsqueda de un espacio personal artístico. El artista plástico, tras su construcción, maneja una serie de elementos básicos con los que estructurar una leyenda y convertirla en realidad.
El espacio en el proceso creativo
El espacio como tal, el concreto, el definido por el tamaño y sus dos o tres dimensiones es limitado. Pero es el soporte y punto de apoyo más básico para el desarrollo de la creación artística.
Está abierto a una variedad de registros y combinaciones tan inmensas como el propio espíritu humano. De hecho la reunión entre realidad y ficción le otorga una dimensión más, percibida a base de ilusión óptica. Ejemplo muy claro es el relieve o la ficción que nos proporciona la perspectiva.
Seguidamente os muestro un ejemplo del espacio dentro de una de mis obras. Se trata de un dibujo donde lo circundante al objeto principal, el retratado, se va desdibujando de forma intencionada, para lo comprensión más directa de su objetivo principal.
Pero hay además, otro espacio referente a la gravedad de masas y a la atmósfera circundante. Ejemplos en la historia del arte hay infinidad, empezando por los bisontes de Altamira, donde la genialidad del artista consiguió aprovechar la masa pétrea para conceder volúmenes a los animales representados. Para seguir con otro ejemplo, en el pre-renacimiento italiano se comienza a tratar el peso de los volúmenes humanos. Los cuerpos que formaban las escenas de Giotto, tenían ya un peso específico con respecto a su propia gravedad, dentro de la obra. Digamos que sabía crear una atmósfera y una gravedad casi real a sus personajes.
El color en el proceso creativo
El color o su ausencia, como esa temperatura que mueve y conmueve el alma del espectador. Marca de forma individual la experiencia propia, el acercamiento a la alegría o a la tristeza. La proximidad a lo justo o lo injusto, al amor o al odio. En definitiva, la energía transmisora de la experiencia humana.
De esa paleta infinita de color, el artista se decanta por una selección, en mi caso bastante espontánea, de aquellos colores que definan mejor el objetivo que persigues. Estos se utilizan por coherencia, en relación al mensaje a transmitir. Todos los colores poseen una temperatura, de ahí los tonos cálidos y los fríos. Se trata pues, de un equilibrio que no desdiga tu mensaje plástico.
En la anterior imagen podéis observar el despliegue de color, tanto en tonos eminentemente cálidos, como el apunte de los fríos, como son los azules y grises. En ésta composición la preponderancia de la calidez es obvia. No obstante consiste en un equilibrio que has de proporcionar como creador artístico.
La forma en el proceso creativo
De cómo la forma sobre un fondo dentro de ésa estructura espacial toman una concreción. Siempre impulsadas por la coherencia emocional, pensamiento y sentimiento se enfocan hacia el mismo sentido: escuchar al espíritu.
Las formas humanas de la siguiente ilustración que propongo, obra de mi juventud que recrea un cuadro clásico del romanticismo francés, supone un instante del abatimiento humano. Los cuerpos superpuestos con clara desesperación, sobre un fondo limpio y sin definir.
Mi proceso creativo
Mi proceso creativo, en particular, es muy espontáneo, sin lastres concretos, más allá de aquella parte experimental que decida en el momento de la creación.
Me interesan mucho los ensayos sobre material pictórico y su versatilidad. Los beneficios plásticos que pueda llegar a conseguir, entra dentro de mis prioridades. Me propongo cada trabajo como un reto individual con los materiales y el tema elegido para tal fin.
El color y su temperatura plástica, en combinación con los materiales elegidos, me interesa tanto como el resultado de ésa puesta en común. La coherencia que me propongo, está dentro de ese marco espontáneo inherente a mi forma expresiva.
Diálogo entre pintura y escultura: el relieve
Conseguir una plasticidad dúctil y maleable, con intención casi escultórica es una de mis proposiciones permanentes. Ha sido una constante sostenida en el tiempo desde mis orígenes.
De tal manera el diálogo evidente entre la pintura y la escultura a través de mi trayectoria artística, han dado como resultado mis frecuentes relieves. Fruto de esa conversación, en la búsqueda de mi espacio personal y de su capacidad expresiva. Según mi parecer se alimentan mutuamente multiplicando su capacidad plástica y su expresividad, reclamando la atención del espectador artístico.